RECUPERACION POSPARTO

Tras el embarazo y el parto pueden quedar muchas secuelas físicas, que afectan a la pared abdominal, la columna, la pelvis y los músculos del suelo pélvico:

  • dolores perineales,
  • 
incontinencia urinaria de esfuerzo (al toser, reir, estornudar),
  • prolapsos,
  • disfunciones sexuales,
  • estreñimiento,
  • cicatrices fibróticas y adheridas,
  • flacidez abdominal,
  • dolores en columna, coxis, abdomen, etc.

Para evitar todos estos problemas se recomienda realizar un programa de RECUPERACIÓN POSPARTO, éste tiene como objetivo normalizar las estructuras que se han dañado por el aumento de presión del embarazo y la distensión en el parto, la musculatura del Suelo Pélvico (sobre todo si ha habido Episiotomía*) y la musculatura Abdominal:

  • Devolver el equilibrio y la sujeción a los órganos intrapélvicos: vejiga, útero y recto.
  • Prevenir y/o tratar disfunciones pélvicas como la Incontinencia Urinaria, disfunciones sexuales (anorgasmia, vaginismo, dolores en las relaciones sexuales), o los prolapsos (descensos de vejiga, útero o recto) fundamentalmente.
  • Prevenir complicaciones circulatorias de las piernas y la pelvis.
  • Recuperar el tono de la musculatura abdominal, elemento importante en la estabilidad de la columna vertebral y la estética corporal, y del Suelo Pélvico.

Se puede realizar previamente una valoración individual del periné y después incorporarse a las sesiones de ejercicios en grupo:
- máximo 6 mujeres para garantizar la atención personalizada y la corrección en la realización de los ejercicios;
- duración de 45-60 minutos,
- con periodicidad semanal,
- un total de ocho clases,
- comienzo tras cuatro o seis semanas despues del parto, en la mayoría de los casos, éste es el momento más idóneo, porque estamos más estimuladas, pero nunca es tarde si en su momento no se pudo realizar.

 

En caso de CESÁREA también es importante la realización de estos ejercicios, pero en combinación con tratamiento individual de la cicatriz y sus secuelas estéticas y funcionales, drenaje linfático, masaje circulatorio…, según las necesidades individuales.

 

Causas que debilitan los músculos del suelo pélvico

La ejercitación de estos músculos no se realiza de manera espontánea, aunque se mantenga una excelente condición física con la práctica habitual de deportes. Existen varias causas y factores de riesgo que inciden o agravan su deterioro, aunque la mayoría de ellos son prevenibles y su adecuado conocimiento contribuiría a evitarlos.

  1. Embarazo y parto. Constituye la principal causa del debilitamiento. Cuando la mujer está embarazada, la presión abdominal aumenta a medida que el bebé aumenta de peso y tamaño, como consecuencia el suelo pélvico debe realizar un esfuerzo mucho mayor. Además la distensión de estos músculos aumenta cuando el bebé pasa a través de ellos en el parto. Por otro lado la vida que vivimos, obliga a la mujer a mantener su figura, por esto es normal tras el parto realizar ejercicios físicos ( abdominales…) que en lugar de favorecer la recuperación de su cuerpo lo deterioran, ya que contribuyen a cargar el suelo pélvico sin antes haberlo recuperado.

 

  1. Ejercicio físico. El deporte que aumenta la presión intrabdominal, y no se equilibra con los correspondientes ejercicios para reforzar el suelo pélvico lo debilita. Esto tiene consecuencias a medio y largo plazo : es muy frecuente encontrar incontinencia urinaria en deportistas, que practican deportes que sobrecargan el periné.

 

Consecuencias de la debilitación de los músculos del suelo pélvico:

A corto o largo plazo se pueden desarrollar las siguientes afecciones:

  1. Incontinencia urinaria de esfuerzo. Es el primer síntoma de alarma. Provocada por cualquier esfuerzo abdominal repentino (al toser, reir, bailar, saltar, etc.). Son los temidos escapes de orina.
  2. Prolapsos. Son trastornos que elevan la gravedad con respecto a las incontinencias antes citadas. Son descensos de la matriz, de la vejiga y del recto, debido a fallo en las paredes del periné. Cuando son de grado menor pueden tratarse con terapias rehabilitadoras de la musculatura, y en cambio, los casos más graves requieren intervención quirúrgica.
  3. Disfunciones sexuales: de la sensibilidad sexual de la mujer, disminución de la intensidad de los orgasmos que incluso en ocasiones no llegan a alcanzarse, experimentación de sensaciones dolorosas durante el coito.

Solución: Prevenir durante el embarazo y/o recuperar en el Posparto